160 años de la creación de la estación de tren y del pueblo de General Rodríguez.Filial General Rodriguez

Asociación de Educadores Jubilados y
Retirados de la Provincia de Buenos Aires
—–Filial Gral. Rodríguez. Desde 1950—

SEGUNDA ENTREGA
160 años de la creación de la estación de tren y del pueblo de General
Rodríguez

BERNARDO DE IRIGOYEN, vida pública

Nació en Buenos Aires el 18 de diciembre de 1822. Estudió la carrera de
abogado y a la edad de 22 años comenzó su carrera diplomática con un
cargo en la Legación Argentina en Santiago de Chile. Tenía como misión
principal promover negociaciones sobre las cuestiones de límites existentes
entre los dos países.
En 1851 le encargaron recopilar antecedentes históricos sobre los cuales se
basaría la defensa de los derechos argentinos sobre el Estrecho de
Magallanes.
Derrocado Rosas, el General Urquiza le encomendó la misión de recorrer las
provincias del interior a fin de juntar a los gobernadores y construir la
organización nacional.
Hacedor que con esfuerzo y habilidad logró la reunión del Acuerdo de San
Nicolás a fin de convocar a un congreso constituyente y redactar una
constitución.
Fue Procurador del Tesoro, nombrado por el presidente Sarmiento y en 1875
durante la presidencia de Nicolás Avellaneda fue nombrado Ministro de
Relaciones Exteriores en momentos de serios conflictos con los países
limítrofes.
Cumplió funciones de diputado y senador por la provincia y la nación y
gobernador de la provincia de Buenos Aires.

El Dr. Irigoyen muere el 27 de diciembre de 1906 en casa de la calle Florida
siendo Senador de la Nación.
“Estaba siempre y en cualquier momento que lo necesitaran, en su casa
donde realizaba memorables tertulias, en su bufete de abogado, en el
despacho de un ministerio, en la banca del Senado, en su estancia La Choza,
Don Bernardo era un caballero de bien probada Hidalguía.
Su palabra era más importante que su firma; su lealtad, su línea recta, su
conducta invariable, acaso nos dieran la clave de por qué don Bernardo fue
tres veces candidato a presidente, enigma de la democracia y de los sistemas
políticos que no permitían a un hombre de su envergadura ir a ocupar el
cargo que naturalmente le estaba destinado y al que aspiraba legítimamente,
sin vanidades, claro está”.
Así lo describía el escritor, docente y diputado Bernardo González Arrili.
Colaboración en la redacción del texto de nuestra asociada Sra. Teresa
Otero.

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